Alrededor del mundo, un creciente número de mujeres viven en condiciones de pobreza. A raíz de representaciones tradicionales de género, cuentan con un bajo nivel de formación escolar y laboral, y ganan un ingreso inferior al de los hombres. Sin embargo, son muchas veces las mujeres quienes se encargan de sus familias, ya que cada vez más hombres migran a las ciudades, dejando a sus familias en busca de un empleo.
Para escapar del empobrecimiento y ganarse el dinero suficiente para poder sostener a su familia, muchas mujeres consideran como su única salida las siguientes opciones: el matrimonio con un extranjero "rico", un trabajo en el extranjero, o la prostitución.
Así caen en las manos de tratantes y proxenetas de la trata con fines de explotación sexual y matrimonios ilegales. Estas mujeres son a menudo vendidas a dueños de burdeles y forzadas mediante brutal violencia a ejercer la prostitución, o caen en la dependencia de sus esposos, quienes las explotan física y emocionalmente.
La ayuda de SOLDOWI se dirija a mujeres afectadas en los ámbitos de turismo sexual y trata de personas con fines de explotación sexual y matrimonial.
A causa de la débil situación económica en los países de Asia, África, América Latina y Europa Central y del Este, las condiciones de vida para mujeres solteras con hijos, principalmente en las zonas rurales, son especialmente precarias. En la búsqueda de trabajo por los centros turísticos, muchas mujeres, niños y niñas se encuentran entre un sinnúmero de personas desempleadas. En esta miseria, se ven obligadas a ejercer la prostitución, desprotegidas de salud y justicia, y a la merced de los turistas sexuales, pedófilos y vigilantes locales. Emocional, sexual y económicamente explotadas, son aisladas de su contexto social familiar.
Resulta alarmante la situación de la niñez, ya que cada vez más niñas y niños son explotados en el turismo sexual, impidiéndoles su derecho a desarrollarse dignamente.
En la mayoría de los países la prostitución es ilegal. Sin embargo, en las redadas que se llevan a cabo, son detenidas con frecuencia únicamente las mujeres, niños y niñas prostituidas. Los "clientes", por otro lado, como fuente de divisas, disfrutan de una impresionante impunidad.
Más allá de la prostitución, muchas mujeres consideran la búsqueda de un trabajo "lucrativo" o un esposo en el extranjero "rico" como la única forma para asegurar la supervivencia de su familia. Los tratantes bajo la falsa apariencia de agencias matrimoniales, proxenetas, así como cada vez más pedófilos se aprovechan de esta situación de emergencia. Así se convierte la labor de las agencias matrimoniales en un crimen global de la trata de personas con fines de matrimonio forzado.
Lo fatal es el desconocimiento de estas mujeres sobre las condiciones de vida y el marco jurídico del país extranjero. De este modo, muchas no saben que en Alemania, por ejemplo, según el § 19 de la Ley de Extranjeros (véase nuestras exigencias) deben cumplir con un determinado número de años de estar casadas y haber vivido en unión matrimonial para ser elegibles de obtener un permiso de residencia ilimitada.
Por otra parte, las diferentes expectativas de la pareja conllevan numerosas dificultades. La mayoría de las mujeres se sienten obligadas a apoyar económicamente a sus familias en su país de origen, mientras que la mayoría de sus esposos alemanes desean que sus esposas sean agradecidas, sin pretensiones y sumisas. Todos estos factores favorecen y promueven el desarrollo de violencia psicológica y física en contra de las esposas extranjeras.
Hasta hace pocos años, las mujeres que fueron reclutadas a través de ofertas engañosas de empleo en países ricos y posteriormente forzadas a la prostitución bajo amenazas y violencia, provinieron principalmente de África, Asia y América Latina. Recientemente se observa una creciente demanda por mujeres prostituidas cada vez más jóvenes de Europa del Este.
Al llegar a Alemania, a las mujeres y niñas se les quita sus documentos de identificación y su dinero, para después venderlas a burdeles. Bajo amenazas y/o la utilización de violencia física (violaciones etc.) para hacerlas dóciles son forzadas a ejercer la prostitución.